Sin apenas darnos cuenta ha pasado ya toda una década editando lo que a nuestro buen saber y parecer hemos denominado “los libros más bellos del mundo”.
No ha sido un camino sencillo, pero tampoco solitario. Hemos sentido el afecto y el aliento de todos aquellos que, como usted amigo lector, nos han acompañado en este recorrido y han confiado en nosotros vez tras vez.
Después de volver del mayor evento del mundo del libro a nivel mundial, la Feria del Libro de Frankfurt, no puedo menos que reflexionar en como han cambiado muchas cosas en estos diez años.
En aquel entonces algunas editoriales italianas tiraban la casa por la ventana construyendo stands que eran auténticas réplicas de un castillo renacentista o de una joyería de cualquier calle céntrica de la milla de oro de una urbe moderna.
Poderosos distribuidores alemanes exhibían su fuerza de ventas en grandes stands, y la pauta la marcaban las editoriales históricas centroeuropeas (Suiza, Austria, Alemania) e incluso alguna gallego-catalana.
En diez años no hay castillos, ni joyerías y muchas de las editoriales históricas acostumbradas a precios elevados y calidad justita ya no tienen presencia allí.
Cuando la crisis entró por la puerta, la burbuja de los precios elevados saltó por la ventana.
En cambio, ahora hay sitio para la ilusión, para el trabajo duro, para el esfuerzo, para la innovación, para volver a conectar con un público entusiasta que sabe lo que quiere y que apoya sin reservas propuestas basadas en la calidad y el respeto al cliente.
La mayor alegría de la Feria de Frankfurt fue oír a un cliente alemán que nos dijo (tras haber recibido previamente el Atlas de Ortelius) que “hacía tiempo que no compraba un facsímil de tanta calidad”. Al final, los que mandan son ustedes, los clientes y amigos que tienen la potestad de juzgar nuestro trabajo.
Somos conscientes de ello y por eso no podemos dejar de estar absolutamente agradecidos de todo corazón. Seguiremos trabajando para ustedes diez años más, si nos lo permiten, claro está.
CM EDITORES